domingo, 2 de marzo de 2014

LA ESTRELLA FLAMÍGERA

Con el tema de la estrella flamígera he trazado la presente plancha por recomendación del primer vigilante al que me encomiendo, con el objeto de culminar mi formación en el grado de compañero masón formalmente, ya que culmina mi periodo de estudio en este grado, aunque en realidad se me antoja que dicho grado tiene gran contenido simbólico e intelectual y una enorme carga iniciática que podrán y deberán seguir siendo estudiadas y trabajadas con mayor profundidad a posteriori.

Se me propone por parte de los maestros del taller, para formar parte de la cámara de en medio y unirme así a estos, en sus trabajos; y no porque aquí termine ninguna formación, pues simplemente yo prefiero decir que aquí comienza otra, ya que como dice una antigua enseñanza masónica, “para la instrucción en masonería se requiere toda una vida” y la mejor forma que se me ocurre para resumir la enseñanza masónica en este momento de pase de grado es; que si bien en los grados de aprendiz y compañero se tiene la fortuna, de poder contar como tutores con el segundo y primer vigilante respectivamente, ellos son quienes con su experiencia y sabiduría nos apoyan para poder progresar dentro de las enseñanzas masónicas, sin embargo cuando alguien adquiere el grado de maestro, deja de tener un tutor que vela por el, sino que tiene como se dice habitualmente plenitud de derechos masónicos, o sea, que puede dedicar sus esfuerzos, sus estudios y los trabajos masónicos en el sentido que más se adapte a sus inquietudes, necesidades del taller, y orientación personal, pues puede haber hermanos que sientan mayor atracción por la espiritualidad, filosofía, simbolismo, ciencia, historia, sociedad, etc. y todas estas inquietudes y muchas más pueden tener cabida en los estudios y trabajos masónicos y, a mi modo de entender, no dejo de tener un tutor, sino que gano otros muchos, pues en mis estudios y planchas voy a contar con la opinión de los demás maestros del taller que con su saber me inspirarán, y me ayudarán a iluminar el camino e inspirar a los demás cuando sea el momento oportuno.

Debo decir que voy a describir el simbolismo tan sólo de un tipo de estrella flamígera, porque en la búsqueda me he encontrado en más de una ocasión con que dependiendo de la época masónica, e incluso del rito practicado dentro de la masonería, los símbolos tienen distintas representaciones e incluso diversas interpretaciones, así, me he podido encontrar con estrellas que en el centro contienen el delta sagrado, otras que tienen un polígono o pentágono en lugar de estrella, y así existen muchas diversas simbologías y aunque intuyo que en lo esencial su significado simbólico es similar entre ellas, no quiero ser impreciso y generalizar, porque dependiendo de la época, del rito, del artista y de la interpretación del símbolo, en unos casos más intelectual y científica, y en otros mucho más simbólica o espiritual, existen diversas representaciones de lo que paso a desarrollar. Como digo, me voy a centrar en el significado de algunos de los símbolos que se representan en una estrella flamígera con la que se trabaja en la actualidad en el R.·.E.·.A.·.A.·., o al menos la estrella que se muestra al compañero masón en la ceremonia de pase de grado en nuestra obediencia y taller, así no discrimino a ninguna otra estrella del inmenso y diverso firmamento masónico.
Comienzo entonces, la descripción de nuestra estrella, en el centro nos llama la atención la letra G, esta letra, se relaciona con palabras como gloria, grandeza, geometría, generación, genio, etc.

Voy a describir brevemente sólo alguna de las relaciones con la letra que más me han llamado la atención, en relación con la geometría se refiere tanto a la geometría sagrada como a la quinta de las siete artes liberales, no es esto casual como cabe esperar en masonería, sino que este grado que esta vinculado con el número cinco como veremos más adelante, tiene numerosos elementos provenientes de la escuela Pitagórica, en dicha escuela, se utilizaban la matemática y la geometría para adquirir un conocimiento superior, y en dicha escuela, también se dieron enseñanzas que nos hacen recordar a los hermanos actuales de la masonería parte de nuestras propias enseñanzas. Decían los Pitagóricos que “Dios siempre hace geometría” aludiendo seguramente al Dios Apolo que por no ser objeto de la presente plancha solo diré que además de representar parece ser al Sol y al oráculo entre otros, fue un Dios al que se dedicaron numerosos templos, lo que justifica la referencia simbólica sobradamente desde la antigüedad en los gremios de constructores, en dicha escuela Pitagórica también se exponía el pentalfa o cruz de cinco puntas que es una parte sustancial de la estrella flamígera de la masonería actual.
La relación con la palabra gnosis es igual de apasionante que la anterior, gnosis significa saber, conocimiento, pero conocimiento interior y divino, común a todos y accesible a las personas, pero que solamente aquellos capaces de pensar de modo introspectivo, y utilizar la intuición podrán alcanzar.

En cuanto a su relación con las enseñanzas masónicas, las enseñanzas gnosticas me hacen reflexionar sobre aspectos relacionados con la religión, pues en un principio estuvieron vinculadas a la iglesia católica, donde se aceptaban sus interpretaciones principalmente judaicas, griegas y orientales sobre la filosofía, la religión, el espíritu, o el propio ser, pero posteriormente se comienza a deshacer del vínculo con esta línea de pensamiento la propia iglesia, y comienza a adoptarse seguramente por otras religiones ritos o creencias más receptivos con estas interpretaciones.

Tampoco quiero dejar de referirme a la relación, casi obligada de la letra G con la palabra Dios en diversas lenguas, en concreto en las derivadas de la lengua indoeuropea original como el Alemán, Inglés, Sueco, Persa, Siriaco, etc. Pero la que es más probable que tenga mucho más que ver en la adopción de su simbolismo para la masonería es la del hebreo puesto que la g se relaciona con iod, inicial del nombre sagrado de Dios de cuatro letras (IHWH) de ahí, que claramente nos está haciendo alusión al G.·.A.·.D.·.U.·. en masonería.
Por tanto lo que tenemos a mi modo de entender con esta letra es una parte o enseñanza filosófica y científica, representada, por las tradiciones de geometría, gnosis, escuela Pitagórica, etc. Y por otra parte tenemos una innegable parte de referencia espiritual puesto que representa a Dios, cualquiera que sea el apellido o connotación que cada uno le quiera dar.

Por otra parte el hecho de que la estrella tenga cinco puntas representa principalmente al hombre, y el hecho de que la punta de la estrella se encuentre orientada hacia arriba, hace referencia a que el hombre equilibrado debe gobernar sus actos y pensamientos con la razón, representada por la cabeza en la punta superior de la estrella, no puedo evitar ver en la representación del hombre en la estrella masónica, al hombre de Vitrubio de Leonardo da Vinci, en este dibujo que está basado en los textos de arquitectura del arquitecto Romano del mismo nombre Vitruvio, que curiosamente, también fue el autor del tratado sobre arquitectura más antiguo que se conoce y fue arquitecto de Julio Cesar.

En el dibujo de Leonardo se encuentra el cuerpo humano en forma de estrella inserto en un circulo, y un cuadrado, estando cada uno de ellos (circulo y cuadrado), trazados tomando como centro las partes del cuerpo humano que se consideraban el centro de éste, el ombligo y los genitales, la proporción, entre el lado del cuadrado y el radio del círculo es la razón áurea, haciendo así gala de la genialidad de Leonardo y por supuesto de sus conocimientos de geometría, belleza y proporciones en la naturaleza y en el cuerpo humano en particular. Es significativo que se represente en nuestra estrella al cuerpo humano en el grado de compañero, pues en éste grado se busca desvelar el secreto de la naturaleza del hombre, por lo que tenemos a mi juicio, debidamente justificado el significado de la referencia al cuerpo y la mente, a la búsqueda intelectual de cada compañero masón sobre el secreto de su propia naturaleza, y a la razón de su propia existencia.

Además tenemos el hecho del número cinco y su vinculación con el grado de compañero, también hay que buscarlo en el origen oriental puesto que la mano (símbolo operativo del cinco en el cuerpo humano) se llama en sánscrito pani, que puede relacionarse según autores masónicos como René Laban con la raíz pan que significa cinco, además y por si esto fuera poco se nos dice que la palabra de compañero está vinculada y deriva de companion o compartir el pan, lo que hace aún más interesante y justificada la presencia de éste número en el grado.

Alrededor de la estrella tenemos un círculo que representa la igualdad, el círculo en masonería es trazado evidentemente con el compás y está relacionado con la justicia e igualdad, el compás como se dice en la ceremonia del grado de compañero:

- "sirve para trazar la circunferencia cuyos puntos equidistan del centro, y desde éste pueden partir infinitos radios todos iguales, así la enseñanza que adquiráis estáis obligados a difundirla y propagarla por igual entre todos los hombres. Es el emblema de la sabiduría, de la prudencia y de la circunspección, permitiéndonos mesurar los ángulos y establecer las proporciones"

De esta forma, el compás nos sirve como masones para mantenernos en el centro, para poder tener la misma distancia hacia cualquier hombre sea cual sea su postura u opinión, y así contribuir a la unión y a la búsqueda de nexos de comunión y fraternidad entre los hombres, sin que las habituales pasiones de las personas nos hagan caer en vanos fanatismos, ni en discrepancias destructivas pues nuestro lugar está en la construcción y no al contrario. Recordemos también que meditar, significa tomar el camino de en medio, por lo cual el masón, y más concretamente el compañero masón, debe ser un hombre que medite, y no extreme nunca, sino que sea justo y perfecto, como se pide a nuestros trabajos masónicos, de ahí la enorme importancia del compás en masonería como instrumento de razón, y no de pasión.

Por otra parte el compás también sirve para trasladar medidas, lo cual puede ser interpretado como la forma simbólica de la masónica enseñanza de continuar fuera del templo la obra comenzada en el, de ésta forma conseguiremos que el trabajo masónico tenga de verdad repercusión en nuestra vida diaria y en la de los que nos rodean.

La estrella es flamígera (del latín flammiger), porque despide llamas o luz, y ¿Qué es lo que a nosotros nos desprende luz y calor?, aquí tenemos claramente la representación simbólica del germen común a todas las tradiciones de la antigüedad a lo largo y ancho del globo, cualquiera que sea nuestra fuente o búsqueda histórica, allí tenemos adoración al Astro Rey, Desde los egipcios con la adoración a Horus hijo de Isis fuente de vida inagotable y también Atón, para la Grecia clásica el sol lo representaba Helios y en época helenística y romana Apolo, para los Incas era el dios Inti, y así podríamos seguir hasta llegar a los aborígenes australianos, o a las religiones orientales, como el Shintoismo, Hinduismo, Budismo, donde en todas ellas nos encontramos Dioses o símbolos derivados de la antigua adoración solar. Merece la pena hacer la reflexión a mi modo de ver muy interesante, que según algunos teólogos, en el cristianismo, base de nuestra cultura occidental, se atribuye a Jesús el simbolismo que en las religiones paganas anteriores se atribuía al Sol, así tenemos a Jesús definido en los evangelios como “el iluminado” “el descendido del cielo” o ”el hijo de Dios”, además podemos observar el aura, a modo de círculo (a veces incluso radiante), sobre la cabeza con que se adorna a las imágenes sagradas en las iglesias, e incluso al mismo Jesús el Cristo, como una clara referencia a estos seres iluminados y por supuesto al Dios Sol.

En realidad la estrella, la quinta essentia, el pentalfa, son diversas formas de representar simbólicamente al éter, representado a veces como una flor de cinco pétalos en el centro de una cruz, la quinta essentia equivale al loto en las tradiciones orientales.

Soy de los que piensan y estoy completamente de acuerdo con la interpretación masónica que uno nunca deja de ser aprendiz y que el hecho de tener herramientas más complejas y mejores para así poder ser más útiles y precisos a la hora de colocar nuestra piedra cúbica en el templo común de la humanidad, no impide que alguna vez tengamos que volver al origen y al aprendizaje pues como dijo Sócrates “el comienzo de toda sabiduría está en el reconocimiento de la propia ignorancia”, es por ello por lo que trataré de seguir durante mucho tiempo manteniendo la inquietud del aprendiz que siempre llevaré en mi interior.

Finalmente creo que una de las enseñanzas que se pretenden dar al compañero masón, en relación con la estrella flamígera es que puesto que ya ha sido iniciado y ha visto la luz (el sol), y esta comienza a dejar de cegarle pues puede comenzar a colocarse en otros puntos geométricos en la logia sin deslumbrarse, éste debe de gobernar sus pensamientos y actos tanto espirituales, como intelectuales hacia el descubrimiento de si mismo, para así, conociéndose a si mismo poder aportar conocimiento a sus semejantes, pues solo aquel que se conozca y domine a sí mismo y descubra la parte de verdad tanto humana como divina que existe en cada uno de nosotros podrá comprender a la humanidad entera.

Así lo he pensado y he querido compartirlo con vosotros.

S.·.F.·.U.·.

D. N. M.·.M.·.

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